BUENOS AIRES.- La primera mención en público de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre la producción minera en el país terminó en papelón. El diálogo por teleconferencia con un obrero generó polémica, debido a que se trataba de un reconocido dirigente peronista y no a un trabajador común y corriente.
De acuerdo con lo publicado por el diario "La Nación", ni siquiera el nombre era real cuando se produjo la comunicación el jueves pasado. La presidenta lo llamó "Antonio", cuando en realidad se llama Armando Domínguez.
Micrófono en mano, Domínguez repudió a los pseudoambientalistas y afirmó que la explotación minera no genera tantos riesgos como se dice.
La jefa de Estado comentó que él era un ejemplo de la implacable voz del pueblo. "Vos no sos ningún dirigente político, sos un trabajador que defiende su fuente de trabajo", enfatizó Cristina.
Domínguez es un dirigente sindical importante dentro de la CGT y del PJ bonaerense. Está vinculado con el ambiente político y gremial sanjuanino, especialmente con las multinacionales mineras, señaló el matutino porteño.
"Antonio" participó usando un casco amarillo de la inauguración de un horno cementero en la ciudad de Olavarría. Allí compartió escenario con el vicepresidente Amado Boudou (que fue el encargado de presentarlo) y con el intendente local José Eseverri. Cuando Cristina lo saludó desde la Casa Rosada él se salió del libreto, tomó el micrófono y, tras saludarla como "compañera presidenta", afirmó: "somos nosotros los que conocemos mejor el trabajo. Somos más ambientalistas que los propios ambientalistas". (Especial)